A pesar de ser un país pequeño, viajar a Dinamarca puede convertirse en una experiencia que os despierte muchas y diferentes sensaciones. Por supuesto que Copenhague, su capital, es el destino por excelencia y os recomiendo completamente por sus calles adoquinadas, sus fachadas de colores, sus barrios pintorescos, palacios, canales, edificios modernos… Pero el país posee tesoros menos conocidos, igualmente hermosos, que merecen también una visita, algunos de los cuales os desvelaré en este artículo.
Hay muchísimas guías por ahí. En esta os voy a compartir algunos de mis imprescindibles según mi experiencia personal y lo mucho que voy descubriendo acerca de Dinamarca.
Copenhague
Para disfrutar de Dinamarca, en general, os aconsejo viajar entre mayo y septiembre, cuando la climatología es más amable y las horas de luz os permitirán disfrutar de todo. Tendréis un poco de todo: días soleados, aire fresco, también lluvias…
¿Cuántos días para ver Copenhague? Obviamente cuantos más tengáis, más podréis disfrutar de la ciudad, pero con tres o cuatro días máximo habréis visto todo lo imprescindible.
Os aconsejo partir de la estación de Norreport y caminar. Desde aquí podéis visitar el mercado gastronómico TorvehallerneKBH primero y luego ya dirigiros hacia Nihavn (el famoso “Puerto nuevo” de fachadas de colores) pero haciendo varias paradas para visitar primero Rundetarn (la torre redonda). Es del siglo XVII y para subir a disfrutar de unas espectaculares vistas de la ciudad lo haréis por una rampa en espiral en lugar de escaleras.
Si queréis probar un delicioso rollo de canela (cinnamon bun), desviaros un poquito y buscad Skt. Peders Bageri (no está muy lejos de la zona y no os arrepentiréis).
Cuando salgáis de la torre, dirigíos hacia Stroget, la calle peatonal más famosa de Copenhague; aunque no os dejéis llevar por la corriente e investigad, callejead, encontraréis preciosas calles y plazas por todas partes.
En vuestro camino a Nihavn podéis ver el Museo Nacional de Dinamarca, el palacio de Christiansborg (sede del Parlamento danés y que os resultará familiar si sois fans de la serie “Borgen”) y el precioso edificio que acogía la Bolsa.
Cuando lleguéis a Nihavn, disfrutad de la vista. Habrá mucha gente, sí. Pero no pierde el encanto. El famoso barrio con fachadas de colores y donde se encuentra el canal más famoso, recibe el nombre que en castellano significa “Puerto nuevo” ya que fue construido en el siglo XVII como entrada a la ciudad por mar para los comerciantes qie iban a hacer negocios. Hans Christian Andersen vivió ahí durante una época en los edificios 6, 18 y 20.
Desde aquí salen varios paseos en barco y os aconsejo que toméis alguno. Es una buena manera de ver otras zonas de Copenhague, edificios modernos como el de la Ópera y acercaros a La sirenita (y ya valorar si queréis verla más de cerca…).
La sirenita
Merece un párrafo aparte, al menos para explicar que, aunque para algunas personas es un imprescindible, realmente cuando la ves por primera vez se te quitan las ganas de recomendarla. ¿Es bonita? Sí. Y también mucho más pequeña de lo que esperas. Se ve muy bien desde alguno de los cruceros que se toman en Nihavn (aunque no muy de frente, claro) pero, si dispones de tiempo y, oye, pues quieres acercarte a ver la escultura de cerca, pues tampoco pasa nada. Si hace buen tiempo puedes pasear desde la iglesia de mármol y luego tomar un taxi barco para volver al centro.
Otros imprescindibles de Copenhague (para ese mismo día o para otro, no os agobièis) son Frederiks Kirke (La iglesia de mármol), el palacio Amalienborg, el castillo de Rosenborg y la “ciudad libre” de Christiania. Se trata de una comuna que no se considera danesa ni parte de la Unión Europea, cuenta con casi 1.000 habitantes desde que se estableciera en 1971. Es un barrio autogobernado que funciona como un pequeño estado, donde abundan las casas prefabricadas de colores y donde los árboles conviven con grafitis y construcciones hechas con materiales reciclados.
Fuera de Copenhague
Sí, hay más vida en Dinamarca fuera de Copenhague.
La península de Jutlandia es la zona más rural y agrícola, llena de granjas y bonitos pueblos de cuento e inmensos bosques donde perderte y encontrarte con ciervos y ¡quién sabe! Algún troll.
Aarhus
También se encuentra en esta península la segunda ciudad más grande del país (y una de las más antiguas), Aarhus. Aquí no puedes perderte Den Gamle By que traducido significa “La vieja ciudad”. Se trata de un museo al aire libre, que consiste en 75 edificios históricos provenientes de diferentes ciudades y pueblos de Dinamarca y que recrea la historia del país entre los años
La mayoría de edificios están abiertos al público y, de esta forma, puedes saber cómo era un apartamento o una tienda danesa de los años 40, una casa del siglo XIX, una tienda de ropa de 1970, o la consulta de un ginecólogo a principios del siglo XX.
Otros atractivos de la ciudad son ARoS, el segundo museo más importante de Dinamarca; y el parque de ciervos Marselisborg.
Ebeltoft
Es el ejemplo perfecto del antiguo y encantador pueblo danés. Está en la costa este de Jutlandia, no muy lejos de Aarhus, rodeado de bosques y considerado uno de los pueblos más bonitos de Dinamarca.
Se encuentra en el Parque Nacional Mols Bjerge, un área protegida, poco conocida y de una belleza impresionante (como toda la zona).
Aalborg y los vikingos
Aalborg tiene, para mí, uno de los destinos más especiales de Dinamarca: Lindholm Hoeje, el cementerio vikingo más importante del país. Es un lugar lleno de paz, en el que se pueden ver unas setecientas tumbas vikingas y de la edad del Hierro dispuestas por una colina.
La ciudad está partida en dos por el fiordo de Lim, que también parte todo el norte de la península de Jutlandia. Así que si vas a ver el cementerio vale la pena dar un paseo también por ahí.
Elvis Presley
No, nos hemos equivocado. Seguimos en Dinamarca…
Pero, escondido en una pequeña ciudad llamada Randers (a una media hora de Aarhus) existe un magnífico museo dedicado a Elvis Presley. Una réplica de su casa de Graceland esconde una excelente colección de objetos pertenecientes al rey del rock and roll que Henrik Knudsen, su propietario, ha ido reuniendo y que incluye ropa, muebles, coches, fotografías… Y así hasta unas 6.000 piezas.
Aprovechad para visitar Randers y conocer las pequeñas callejuelas y bonitas antiguas casas del centro de la ciudad.
Ma José Membrado García
Periodista y colaboradora del Team OK Travel Viajes